El plátano contiene vitamina A, que ayuda al desarrollo de los tejidos y protege las células, la vitamina B6 es importante en el proceso de síntesis de proteínas, y la vitamina B6 (ácido fólico), conveniente para embarazadas, ya que previene malformaciones en el feto. También es fuente de potasio, necesario para mantener fuertes los músculos, magnesio, imprescindible
para el buen funcionamiento del sistema nervioso y fibra, que se
encarga del buen desarrollo de la actividad intestinal.
Destaca su contenido de hidratos de carbono por lo que su valor calórico es elevado.
Los nutrientes más representativos del plátano son el potasio, el magnesio, el ácido fólico y sustancias de acción astringente; sin despreciar su elevado aporte de fibra, del tipo fruto-oligosacáridos.
Estas últimas lo convierten en una fruta apropiada para quienes sufren de procesos diarreicos. El potasio
es un mineral necesario para la transmisión y generación del impulso
nervioso y para la actividad muscular normal, interviene en el
equilibrio de agua dentro y fuera de la célula. El magnesio se
relaciona con el funcionamiento de intestino, nervios y músculos, forma
parte de huesos y dientes, mejora la inmunidad y posee un suave efecto
laxante. El ácido fólico
interviene en la producción de glóbulos rojos y blancos, en la síntesis
material genético y la formación anticuerpos del sistema inmunológico.
En relación con las
propiedades nutritivas se han creado en torno a la creencia de que el
plátano es una de las frutas que más engorda, aunque no es del todo
cierto. En 100 gramos de producto encontramos un aporte de unas 90
kilocalorías y 0% de materia grasa.
Su relación con la salud
Es anti-ulcerogénica y ha sido usado desde tiempos ancestrales para el tratamiento de úlceras, alivia la dispepsia, como es rico en potasio,
ayuda a reducir la presión sanguínea y a pensar claramente.
su consumo es muy recomendable para los niños, los jóvenes, los adultos,
los deportistas, las mujeres embarazadas o madres lactantes y las
personas mayores.
Tiene cabida en casi
todas las dietas, incluidas las de diabetes y adelgazamiento, pero
teniendo muy en cuenta la cantidad que se consume.
Su riqueza en taninos de acción astringente en el plátano maduro los hace especialmente interesantes para personas que sufren episodios diarreicos. Su aporte de fructo-oligosacáridos (FOS) confiere al plátano la capacidad de estimular el crecimiento de las bacterias beneficiosas (bífido bacterias o lactobacilos) del colon. Los FOS son un tipo de fibra soluble que al ser fermentados por la propia flora intestinal, dan lugar a ciertas sustancias (ácido butírico y propiónico, entre otras) con los siguientes efectos: regulación del tránsito intestinal, efecto protector frente al cáncer de colon al inhibir el crecimiento de las células tumorales mediante diferentes mecanismos y estimulación del sistema inmunológico.
Por su elevado contenido en potasio y bajo en sodio, resultan muy recomendables para aquellas personas que sufren hipertensión arterial o afecciones de vasos sanguíneos y corazón. No obstante, el plátano es una de las frutas más ricas en potasio, por lo que su consumo deberán tenerlo en cuenta las personas que padecen de insuficiencia renal
y que requieren de dietas especiales controladas en este mineral. Sin
embargo, a quienes toman diuréticos que eliminan potasio y a las
personas con bulimia, debido a los episodios de vómitos autoinducidos
que provocan grandes pérdidas de este mineral, les conviene el consumo
de plátano.
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